Sí, el embarazo puede aumentar el riesgo de desarrollar várices. Esto ocurre por varias razones:
- Aumento de volumen sanguíneo: durante el embarazo, el cuerpo produce más sangre, lo que ejerce más presión sobre las venas.
- Cambios hormonales: la progesterona relaja las paredes venosas, lo que puede favorecer su dilatación.
- Presión del útero sobre las venas pélvicas, lo que dificulta el retorno de sangre desde las piernas

Las várices suelen aparecer o empeorar durante el segundo y tercer trimestre. Aunque muchas mejoran después del parto, otras pueden persistir o agravarse.
En Varixclinic, acompañamos a nuestras pacientes embarazadas con medidas preventivas como medias de compresión, control del peso3. Si las várices persisten después del embarazo, ofrecemos tratamientos seguros y efectivos.